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Historia del Escudo de El Escorial, Municipalidad del Real Sitio del Escorial   Leave a comment

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Introducción

Con el objetivo de ser lo más exhaustivos posible, analizamos el escudo de la Leal Villa de El Escorial, diferenciando las circunstancias históricas en que surgió, para en última instancia describir los rasgos y elementos esenciales de la heráldica local.

Historia del escudo escurialense.

Con fecha de 8 de abril de 1565, y en Aranjuez, Felipe II, publica una Cédula Real, por la que eximió y apartó el lugar de El Escorial  de la jurisdicción de Segovia, al tiempo que la declaró "villa en sí y sobre sí", para que en el se "ejerza la jurisdicción cibil y criminal, alta y vaja, mero, mixto imperio… y tenga y aya en el dicho Lugar Horca, y Cuchillo, Carcel y Zepo, y todas las otras ynsignas de jurisdicción….. , y se pueda llamar e intitular Villa". De acuerdo con estas disposiciones, la ya Villa de El Escurial, tendría derecho a poseer su propio escudo y sus propias armas.

A lo largo del siglo XVII el Concejo escurialense dispuso de dos cuadros relacionados con la heráldica escurialense. En uno de ellos se recogían las armas de Felipe II, en otro el escudo de la Villa. No creemos equivocarnos al decir que este primitivo escudo escurialense dispuso de la corona real y de las armas propias de Castilla y de León.

En 1808 las tropas francesas llegan a El Escorial y los monjes jerónimos del Monasterio, temiendo una revancha de los acontecimientos ocurridos en San Quintín, abandonan el convento. Los patriotas escurialenses defenderán los valores artísticos y monumentales de la gran obra filipina, al tiempo que se enfrentan a las tropas francesas, El resultado será la muerte y persecución de algunos héroes escurialenses y el incendio de los edificios más representativos de la Villa.

Concluida la guerra de la independencia y como premio al comportamiento heroico de sus vecinos, por Real Cédula  otorga el día 8 de agosto de 1815, Fernando VII concedía a la Villa de El Escorial el titulo de LEAL, al tiempo que confirmaba todos su privilegios desde el reinado de Felipe II (Archivo Municipal de El Escorial, Signatura 3507-2).

Este documento, conocidos por los vecinos de El Escorial, como "Libro de Villazgo", recoge en su primera página, un escudo, que prácticamente desde 1815 viene considerándose como las armas de la Villa, y desde hace aproximadamente siglo y medio, se utiliza como el símbolo oficial de El Escorial.

Características generales del escudo escurialense.

De un modo formal, el escudo que los vecinos de El Escorial venimos utilizando como oficial, nunca fue concedido por ninguna autoridad. Tal y como decíamos anteriormente, aparece como ilustración de la primera página, de un manuscrito miniado, denominado: FUNDACIÓN DE VILLAZGO dela Villa del ESCORIAL y su confirmación por el S. Rey Don Fernando el séptimo concediendo toda la gracia de que se titule Villa LEAL DEL ESCORIAL.

Esta circunstancia, no le quita legitimidad alguna a nuestro escudo, ya que su utilización cotidiana por los diversos ayuntamientos, al menos desde los años centrales del  siglo XIX, le dan validez de hecho y de derecho. Nada ni nadie cuestiona un escudo, al que el  derecho consuetudinario le ha dado validez oficial

Es precisamente el hecho de que se haya utilizado la miniatura del Libro de Villazgo, como armas de la Villa, lo que explica sus características formales, ya que estudiando con detalle el escudo, salta a la vista, que el símbolo por excelencia del mundo escurialense, no reúne las características comunes a este tipo de elementos heráldicos. La razón es muy sencilla, la base de nuestro escudo, es simplemente un sello o timbre, bellamente adornado, con una serie de emblemas alegóricos. Veamos las partes constituyentes de nuestro escudo:

  • a) En el centro aparece un medallón, sin ningún tipo de color, en donde están representados: la corona de España, las armas de Castilla y de León en sus cuarteles, las flores de lis, la granada, el toisón y todo ello inserto en una cartela, con sus borlitas.
  • b) En una orla exterior aparece el texto: FERDIN. VII. D. G. 1815 HISP. ET IND. REX. 4º. Este tipo de texto es totalmente ajeno a todo tipo de cuestiones heráldicas, y la inscripción "4º" (cuarto), alude sencillamente al valor del timbre o sello, posiblemente un cuarto de real.
  • c) En la orla exterior la expresión VILLA LEAL DEL ESCURIAL POR FERNANDO VII, alude al reconocimiento de que es objeto la Villa de El Escorial, por parte del rey. La inscripción aparece en letras de color azul.
  • d) Coloreados en oro viejo, los leones que soportan el escudo de España, que lo muestran triunfante sobre la derrotada águila imperial napoleónica (en negro), que aparece abatida sobre un haz de flamígeras flechas decoradas en rojo (símbolo quizá de la guerra o del fuego).
  • e) Sobre el conjunto descrito, una corona de hojas de laurel, como representación del heroísmo, la victoria y la gloria, siempre en color verde.
  • f) Vinculado a la corona de hojas de laurel, un haz de flechas, símbolo de la unidad de todo un pueblo, contra un enemigo común e invasor, representado en color rojo.
  • g) Flameando al viento, una cinta que abarca el conjunto del escudo, con la expresión latina POST FATA RESURGO, alusiva al resurgimiento de El Escorial tras la destrucción por los franceses.

Observando con detalle el escudo de la LEAL VILLA DE EL ESCORIAL, es absolutamente perceptible que, sus alegorías y simbolismos encajan a la perfección con el motivo por el que El Escorial consiguió tan singular título.

Créditos y Agradecimientos: Ayuntamiento de El Escorial

Historia del Escudo del Municipio de San Lorenzo de El Escorial, Municipalidad del Real Sitio del Escorial   Leave a comment

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El  Ayuntamiento del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial fue autorizado para confeccionar su blasón municipal, por el Consejo de Ministros del nueve de febrero de mil novecientos sesenta y ocho y aprobado en el Decreto 302/1968 del Ministerio de la Gobernación de fecha 15 de Febrero de 1968 (Boletín Oficial del Estado nº 49 de 26-2-68), que copiado literalmente dice así:

«El Ayuntamiento del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, de la Provincia de Madrid, ha estimado conveniente dotar al Municipio de un escudo de armas en el que se divulguen y perpetúen, con adecuada simbología y de acuerdo con las normas de la heráldica, las glorias y virtudes del pasado histórico y sirva a su vez como sello para autorizar los documentos oficiales. A tal efecto y tras la elaboración de la memoria reglamentaria y el estudio razonado, por el ilustre periodista D. Luis M. Aubersón Marrón y de acuerdo con las facultades que le están conferidas por las disposiciones legales vigentes, elevo para su definitiva aprobación un diseño y memoria descriptiva del mismo.

Tramitado el expediente en forma reglamentaria, la Real Academia de la Historia ha emitido su preceptivo dictamen en sentido favorable a que se acceda a lo solicitado. Quedando definido el blasón como sigue:

Escudo partido y medio cortado. Primero en campo de plata, la parrilla de sable. Segundo, en campo de gules, la faja de plata. Cortado en campo de azur, las tres lises de oro bien ordenadas. Timbrado de corona real cerrada.

La parrilla, simboliza al Santo español que da nombre a la localidad, San Lorenzo. Es símbolo del martirio que sufrió el Santo, y es figura que aparece en la fachada principal del Monasterio.

En la parte superior del lado izquierdo del blasón, aparecen las Armas de la Casa de Austria, a la que pertenecía el rey Felipe II, fundador del monasterio y sus sucesores.

En la parte inferior del lado izquierdo del blasón, aparecen las Armas de la Casa de Borbón, como creadora de la población que andando el tiempo, se convertiría en el Municipio de San Lorenzo del Escorial que actualmente conocemos.

El blasón recoge pues los tres hechos fundamentales de la historia local a través de los tiempos:

El Patronazgo de San Lorenzo de El Escorial (La parrilla)

La Casa Real Fundadora del Monasterio (Casa de Austria)

La Casa creadora del Municipio (Casa de Borbón)

Todo ello rematado por la Corona Real de España, que simboliza al municipio como Real Sitio.»

BOE de 26 de febrero de 1968

En el Boletín Oficial del Estado de 26 de febrero se puede leer el Decreto 302 de 15 de febrero de1968 que dice: “S. E. el Jefe del Estado dispone lo siguiente: Se autoriza al Real Sitio de San Lorenzo de El Escoria], de la provincia de Madrid, para adoptar su escudo heráldico municipal, que quedará de la forma siguiente, propuesta en el diseño descriptivo del mismo, que ha sido aceptado por la Real Academia de la Historia:

Escudo partido y medio cortado.

Primero, de plata, la parrilla de sable.

Segundo, de gules, la faja de plata, cortado de azur, las tres lises de oro, bien ordenadas. Al timbre, corona real cerrada».

ARTÍCULO DE LUÍS MARÍA AUBERSÓN MARRÓN SOBRE EL ESCUDO DEL MUNICIPIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL

Por fin, el Real Sitio ha visto hecha realidad una de sus mayores ilusiones. Ahora disfruta, al igual que tantas otras poblaciones españolas, de un escudo municipal, de un distintivo que le individualiza plenamente y que puede servir de polarización a todas aquellas personas, hijos o no del Real Sitio, que se sientan entusiásticamente atraídos por las bellezas artísticas y natural del Real Sitio de San Lorenzo.

El domingo 24 de marzo de 1963 Luis María Aubersón Marrón escribía: “Es grato para nosotros poder pensar que las líneas generales de nuestro enfoque han servido de rampa de lanzamiento para el escudo que ahora, con carácter definitivo, ha aprobado S. E. el Jefe del Estado, a propuesta del Ministro de la Gobernación, previo dictamen favorable de la Real Academia de la Historia y previa deliberación del Consejo de Ministros.

El día 3 de marzo de 1968 un Pleno municipal, convocado con carácter extraordinario, por el Ayuntamiento del Real Sitio ha celebrado con íntimo gozo el aludido Decreto que pone en manos de la Corporación un escudo que procura sintetizar, con sencillez y seriedad heráldicas, el sentido y la proyección históricos del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial.

El Alcalde don Ricardo Fernández Ruiz-Capillas expresó, con emotivas y elocuentes palabras, su deseo y el de la Corporación de que constara en acta el agradecimiento profundo del Ayuntamiento y de la población que él representa, a las autoridades del Estado y académicas por el escudo heráldico que acababan de conceder al Real Sitio y que, indudablemente, es de primerísimo rango. Este escudo figurará también, en forma destacada, en las distinciones honoríficas que la Corporación tiene precisamente en avanzado estudio para premiar a sus beneméritos hijos y a las personas o entidades que favorezcan al Real Sitio.

El escudo tiene por timbre la corona real cerrada. La corona, como expresión de soberanía y de poder, fue usada, dicen !os amigos, por el rey latino Apolonio, nieto de Apolo. Los griegos y romanos consideraron hasta ocho clases de coronas: oval, naval, castrense, mural, cívica, triunfal, obsidional y olímpica, con que premiaron a sus valerosos guerreros y a los prohombres de la patria.

La corona de los reyes de España consta de un círculo de oro adornado con piedras preciosas y de ocho florones semejantes a las hojas de apio. Una perla separa los florones entre sí. De la parte superior de cada florón, nacen diademas adornadas con perlas que se juntan en lo alto sobre un globo terráqueo rematado por la cruz, símbolo de la catolicidad de los reyes de España.

Se viene citando al rey godo Leovigildo como el primero que, en el año 574, usó corona, cetro y vestiduras reales. Corona usó también el rey Alfonso VIII al «coronarse» emperador en Toledo. Vamos a tratar ahora, sucintamente y llevados de la mano de Juan de Arfé y Villafañe (1585), del significado que en el subyugador mundo de la heráldica, se atribuye a los metales y a los esmaltes. De donde se deduce que un escudo no es un dibujo o una composición «muda», sino que a través de su disposición, metales y esmaltes nos hablan un lenguaje-claro, de influjos poético-heroicos, que quiere ser fuente inagotable de ejemplaridad para quien lo posee y espejo hipnotizador, de llamada, para quienes torpemente se distancian de las virtudes del espíritu y del honor.

La Providencia ha hecho que este escudo nazca en el siglo XX. Es como si hubiera deseado un largo período de gestación para purificar a través del filtro de Cronos, aquellos componentes morales, humanos y raciales que, en cada caso particular, dan «vida» a los escudos heráldicos. El oro —metal de la corona— que en heráldica se traduce por el color amarillo, es símbolo del topacio, del sol, del león, del fuego, del domingo, del julio, del ciprés, del girasol, del gallo y del delfín. Es decir, lo más bello y lo más arrogante.

En el plano del microcosmos o sea del Hombre, el oro significa las virtudes de la justicia, de la benignidad y de la clemencia; y entre las cualidades humanas simboliza la nobleza, la caballerosidad, la riqueza, la generosidad, el esplendor, la soberanía, el amor, la pureza, la salud, la solidez, la gravedad, la alegría, la prosperidad, la larga vida, la eternidad, el poder y la constancia con que han de afrontarse los peligros. Quienes exhiban este color, deben hacer el bien a los pobres y defender a la patria hasta la última gota de sangre. En el lado diestro del escudo aparece, sobre campo de plata, la parrilla laurentina de esmalte sable (negro).

El metal plata es símbolo de la perla, de la luna, del Cáncer, del agua, del lunes, de enero y febrero, de la pal’ mera, de la azucena, de la paloma y del armiño. Entre las virtudes es símbolo de la humildad, la inocencia, la felicidad, la templanza y la verdad; y entre las cualidades humanas significa hermosura, franqueza, blancura, limpieza, integridad, elocuencia y triunfo pacífico. Quienes emplean este metal en sus escudos han de defender a las doncellas y amparar a los huérfanos.

El color negro de la parrilla es símbolo de Saturno, de Tauro y Virgo, de la Tierra, del sábado, de diciembre, del plomo, del hierro, del olivo, del pino y del águila. Entre las virtudes acapara la prudencia y entre las cualidades humanas el duelo, el dolor, la simplicidad, la sabiduría, la gravedad, la honestidad, la obediencia, la mesura, la constancia, la muerte, el silencio y el secreto que ha de presidir las grandes obras.

Quienes ostentan este esmalte deben socorrer a las viudas, huérfanos, eclesiásticos y a los intelectuales que se encuentren oprimidos. Estos atributos morales parecen descubrirnos anticipadamente la excepcional personalidad humana del glorioso mártir San Lorenzo, patrón del Real Monasterio escurialense, que hizo gala de sencillez, sabiduría y obediencia y que supo guardar silencio y secreto sin temor a la muerte.

San Lorenzo murió el año 261 en Roma, bajo la persecución del emperador Valeriano, al ser quemado vivo en una parrilla. Felipe II puso a su Real Fábrica bajo su advocación, por haber vencido a los franceses en la batalla de San Quintín el día 10 de agosto de 1557, fiesta de este santo hijo de Huesca.

En la fachada principal del Real Monasterio, construido en 1563 por el rey don Felipe II, destacan, finamente labradas, dos parrillas de piedra berroqueña. La parrilla sien pre ha sido un símbolo Laurentino, hasta el punto de 1u los bienes anexos al Real Monasterio lo exhiben en lugar destacado como sucede en las casas de las dehesas de Fresneda (hoy Granjilla), del Quexigar y del Santo, en puente de piedra de la Granjilla, en el puente de Galapagar y en la Real Biblioteca laurentina que ha mantenido es símbolo en documentaciones y encuadernaciones.

El Patrimonio Nacional, tan atento siempre en respetar en obra y cuidados la pureza material e ideológica del Real Monasterio, hace uso también de la parrilla como insignia distinguida en sus trabajos y publicaciones relacionadas con esta Octava Maravilla.

Resulta, pues, lógico que la parrilla figure en el escudo municipal del Real Sitio con todos los honores. Para ello, y con el propósito de destacar la estimación especial que levanta la parrilla, se ha escogido para ella el campo de plata, metal que encierra después del oro los más altos y honrosos simbolismos. En el lado siniestro del escudo, tenemos faja de plata sobre campo de gules (rojo) que se refiere a la Casa de Austria, dinastía a la que pertenecen el rey don Felipe II y sus sucesores, que tan generosamente dispensaron sus reales favores a esta excepcional maravilla, singularísima creación del genio español. El color rojo es símbolo del rubí, de Marte y Aries, del fuego, de marzo y octubre, del cobre, del cedro, del clavel y del pelícano. Significa la virtud de la caridad y entre las cualidades humanas destacan la valentía, la nobleza, la magnanimidad, la alegría, la victoria, el ardid, la generosidad, el honor y el triunfo con sangre. Quien exhibe este esmalte debe socorrer a los oprimidos por la injusticia.

A continuación, debajo, aparecen las armas de la Casa de Borbón —tres flores de lis de oro sobre campo azur— que empezó a reinar en España el año 1700 con el rey don Felipe V. Su descendiente, el rey don Carlos III fue quien, al promulgar su Real Ordenanza —hace dos siglos— que autoriza la construcción de casas, puso los cimientos de la independencia del Real Sitio para que, andando el tiempo, ‘legase a gozar de individualidad municipal que le fue concedida por el Real Decreto de 1792, separando al Real Sitio de la jurisdicción de la villa de El Escorial.

Bajo el reinado de Fernando VII y hacia el año de 1814, San Lorenzo adquiere e l carácter de municipio y se ajusta a las condiciones de vida municipal, según las entendemos actualmente. La existencia ahora de este escudo viene, pues, a ratificar la plena soberanía del municipio de San Lorenzo de El Escorial. El color azul de este último cuartel se refiere al Cielo. Lo más alto de todo lo creado, el ideal supremo que, a fuer de elevado, resulta siempre una prueba para la tenacidad humana y un estímulo para que afloren en el hombre esas brillantes chispitas de ilusión que tanto se engrandecen y se purifican cuando la mirada, ávida de metas trascendentales, recorre la inmensidad azul de los campos siderales…

El mencionado color simboliza el zafiro, Venus y Tauro, el aire, el acero, el viernes, abril, el álamo, la violeta, el pavo real y el camaleón. Se le considera símbolo de la justicia y entre las cualidades humanas simboliza la alabanza, la hermosura, la dulzura, la nobleza, la vigilancia, el celo y la lealtad. Quien ostenta este color debe sentir inclinación por honrar a sus leales servidores. Sobre este campo azur, háyanse las tres flores de lis borbónicas, en metal oro que tiene una esclarecida simbología.

Después de este viaje por el maravilloso y aleccionador país de la heráldica, donde los metales y los esmaltes son mensajes de ideales y páginas sobresalientes del más exigente Código del Honor, el escudo del Real Sitio se nos ofrece con toda su pujanza, con brío de sangre y con palpitación de corazón, como un ser de excepción que ama tanto como quiere ser amado…

El Real Sitio ya tiene escudo. A partir de este momento, los escurialenses podrán exhibirlo en sus casas, en sus tiendas, en sus fiestas, en sus banderas, en sus solapas… Y quién sabe si, en un futuro, que acaso el favor de Dios haga próximo, no llegará este escudo a ondear sobre la Universidad de San Lorenzo, sueño dorado y adorado por todos los habitantes del Real Sitio.”.

Créditos y Agradecimientos: Luis María Aubersón Marrón, Gabriel Sabau Bergamín, Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, José Antonio Vara